Ucrania, la crisis olvidada de Europa
Ucrania es uno de los países más pobres de Europa y con un conflicto armado que dura ya siete años. Allí, Cáritas trabaja con las familias más vulnerables y los desplazados por la guerra.
Ucrania es un país maravilloso, que, por desgracia, cuenta con unas bolsas de pobreza muy importantes. Por una parte, muchas familias y niños viven en situación de pobreza y vulnerabilidad, ya que los padres tienen trabajos precarios o no tienen ninguno. En la red de centros de Cáritas Ucrania los menores encuentran un entorno seguro para estudiar, relacionarse y adquirir habilidades sociales y refuerzo educativo. Se acompaña también a los padres para trabajar la parentalidad positiva.
Por otro lado, el país cuenta con un gran número de migrantes y desplazados, sobre todo procedentes de la zona del Donbass, donde hay un conflicto armado. En Cáritas se ha diseñado una estrategia para atender a migrantes que regresan al país y necesitan un apoyo en su proceso de reintegración; personas víctimas de trata de personas, y desplazados internos desde el este del país. Además de la atención a las personas, desde Cáritas se promueve una migración segura y legal, proporcionando la información adecuada y acompañando en los trámites administrativos a quien lo requiera.
Un conflicto que dura años
Merece la pena detenerse a ver qué está pasando en la zona del Donbass, al este del país. Desde 2014 la zona está en conflicto armado, reclamando una anexión a Rusia de forma unilateral. Este conflicto ha causado ya la muerte de 14.000 personas, y dejado heridas de gravedad a 7 millones. En esta situación, Cáritas trabaja arreglando fuentes de agua, repartiendo kits básicos de higiene, sensibilizando e informando acerca de la COVID-19, y colaborando para que las personas mantengan sus hogares calientes en invierno.
Se trabaja también con niños con necesidades educativas especiales. Estas personas no cuentan con unos servicios sociales que garanticen su protección y desarrollo como personas. En familias vulnerables, este tipo de personas suponen una carga más, a la que muchas veces no saben cómo enfrentarse. La red de apoyo a estas personas promueve el intercambio de experiencias, el desarrollo de cada uno con todas sus potencialidades y el trabajo doméstico para mejorar las relaciones familiares.
Ante todas estas situaciones, Cáritas se plantea un plan estratégico que le ayude a mejorar y consolidar sus servicios, en colaboración con las autoridades, tratando de ser sostenibles y trabajar con calidad y calidez.
