Estar cerca de los demás es tener una feliz Navidad
Luis Miguel Rojo Septién, delegado episcopal de Cáritas Española, nos invita a vivir la caridad en los pequeños gestos
Nuestra campaña de Navidad tiene como lema “la Navidad también es estar cerca de quien nos necesita”. El verdadero sentido de este tiempo de celebración se sitúa en ese querer hacerse cercano de quien lo necesita; solo que, en este caso, somos todos y cada uno de nosotros, hombres y mujeres, quienes necesitamos cercanía. La creación entera necesita la presencia de Dios, que nos ha creado por amor, quien nos muestra la plenitud de la vida y nos abre las puertas de la salvación.
“Sí, Dios amó tanto al mundo, que entregó a su Hijo único para que todo el que cree en él no muera, sino que tenga Vida eterna” (Jn 3,16). Lo curioso de esta afirmación es que Dios nos ha amado tanto que ha querido tomar nuestra propia carne. Esto es lo que celebramos en Navidad, que Dios se ha encarnado por nuestra salvación en la fragilidad de un niño, asumiendo nuestras limitaciones y pobrezas. ¿Acaso Dios puede acercarse más al ser humano que asumiendo su mismo cuerpo?
La caridad también está en los gestos
Ahora bien, la Navidad es un tiempo privilegiado para volver a experimentar esta cercanía de Dios, no como un final en sí mismo, sino como un comienzo. Es una invitación a ser, nosotros, cercanos a los demás, a ofrecer amor a quien se siente frágil e indefenso. En Cáritas sabemos muy bien transmitir este amor a través de grandes obras y proyectos, pero en Navidad también se nos invita a vivir la caridad en los pequeños gestos. Una llamada a quien, por algún enfado, no hablamos desde hace tiempo; un compartir la mesa con la vecina mayor, que pasará estos días sola; o simplemente, mirar con ternura a ese inmigrante, que acaba de llegar a nuestro barrio; de este modo podemos poner, como la estrella de Belén, un poco de luz en medio de la fría noche.
La Navidad es tiempo de ser cercanos. Desde esta cercanía con el hermano es donde descubrimos que Dios es el primero que se ha acercado a nosotros, y que sigue haciéndose cercano, encarnándose y ofreciendo su salvación. Estar cerca es tener una feliz Navidad.