Los jóvenes de Cáritas Valencia también tienen el poder
El amor, como el que muestran estos voluntarios de forma libre, es esencial para transformar el mundo en un lugar mejor.
Poco a poco la nueva «normalidad» se asienta en nuestro día a día y cada uno de nosotros retomamos diferentes actividades como lo hacíamos antes de que todo esto ocurriera. Pero no debemos olvidar que hay personas que ni antes, ni durante, ni después, podrán tener una vida «normalizada» y que es casi seguro, que debido a esta enorme crisis, su situación empeore.
Por suerte, jóvenes como Esther, Guillem, Ángela o Camila decidieron iniciar hace tiempo su camino en el voluntariado con Cáritas Diocesana de Valencia, senda que durante el confinamiento no solo no han abandonado sino que han reforzado, gracias a la colaboración espontánea que han mostrado y «todo lo que han obtenido a cambio», tal y como cuentan en el siguiente vídeo y que en esta Semana de Caridad queremos destacar. Porque sin la colaboración llevada a cabo en estos viajes que un día empezaron, al igual que la participación de otros muchos jóvenes voluntarios y voluntarias en distintos proyectos, el alma y la esencia de Cáritas no sería comparable.
Significados del voluntariado diferentes para cada persona, sentimientos únicos, pero todos ellos con un imprescindible punto en común: el amor. Porque el amor es poder y desde Cáritas defendemos, ahora más que nunca, el poder de cada persona y el poder de cada uno de sus gestos.
