Acción social05/09/2019

VI Campo de Trabajo con Infancia, un verano solidario para compartir

Cáritas Diocesana de Albacete ha promovido esta alternativa de voluntariado que brinda a jóvenes de la ciudad la oportunidad de experimentar un ocio alternativo y solidario.

Durante los meses de julio y agosto es mucho el tiempo libre del que disponen los menores, y pocas las alternativas de ocio que muchas veces tienen, sobre todo los niños y niñas con los que Cáritas trabaja. Por eso, su Programa de Infancia, Adolescencia y Familia ha organizado, un año más, una nueva edición del Campo de Trabajo con Infancia. Esta iniciativa da continuidad al trabajo que la Institución realiza durante todo el año acompañando a menores en situaciones vulnerables, compartiendo con ellos espacios de ocio, convivencia y encuentro.

A lo largo de estas semanas, el Campo de Trabajo ha ofrecido a estos menores una alternativa de ocio adaptada a sus necesidades, en la que no han faltado las sesiones de piscina, la actividad deportiva, los talleres de refuerzo escolar, así como otras actividades complementarias de ocio y tiempo libre que han trabajado la integración socioeducativa, la educación en igualdad, la tolerancia y la solidaridad y el respeto por la naturaleza. Otro de los aspectos en los que además se ha hecho hincapié en el Campo de Trabajo es en el trabajo con las familias. A través de dos excursiones a la playa y a las Lagunas de Ruidera, han podido contar con un espacio en el que implicar también a los padres, madres o tutores de los menores.

Protegiendo a la infancia

Cáritas ha apostado por la continuidad del campo de trabajo por sexto año consecutivo por varios motivos: En primer lugar, porque la infancia es un colectivo de especial protección con unos derechos reconocidos. Los niños y las niñas son el presente y el futuro y es esencial acompañarles para que puedan disfrutar de una sociedad más justa, poniendo fin a la transmisión intergeneracional de la pobreza de la que Cáritas es testigo. En segundo lugar, porque este espacio supone además un punto de encuentro entre jóvenes de Albacete donde compartir experiencias dirigidas al trabajo con niños y niñas de distintos barrios de la ciudad a través de diferentes actividades.

El voluntariado, pieza clave en este proyecto

Cuando llega el periodo vacacional, son muchas las personas jóvenes que quieren invertir su tiempo libre en una actividad que les aporte diferentes valores. A través de esta experiencia, cerca de 30 voluntarios de entre 16 y 30 años han tenido la oportunidad de sensibilizarse y conocer de cerca una realidad distinta dentro de su propia ciudad.

Esta edición del Campo de Trabajo con Infancia se ha realizado en el Centro Sociocultural de la Pajarita, con los proyectos de Carretas y Nuestra Señora de Cubas, y en el Local Creciendo Juntos, en el barrio Hermanos Falcó. En dos turnos, del 15 al 26 de julio y del 29 de julio al 9 de agosto, han participado en un espacio de convivencia junto a otros jóvenes, dónde no solo han descubierto los valores defendidos por Cáritas, sino que han trabajado, codo con codo, al lado de los 3 educadores del programa y de los 60 menores que han participado en esta iniciativa, favoreciendo su socialización, el conocimiento, la tolerancia, el respeto mutuo y la cooperación. El compromiso personal de todos ha sido algo fundamental para poder sacar adelante una nueva edición del Campo de Trabajo.

Sergio Fernández es uno de los voluntarios de esta edición. Es la primera vez que participa en esta iniciativa y ha querido poner en valor su aprendizaje significativo. “He aprendido a comprender a personas de diferentes culturas y clases sociales”, dice. Sergio también asegura que la experiencia le ha servido para eliminar muchos prejuicios y crecer de manera personal: “Ha sido algo muy enriquecedor; es un aprendizaje activo y significativo que estoy convencido me ayudará en mi futuro profesional de profesor de educación primaria”. De hecho, su paso por el Campo de Trabajo le ha servido para dar el paso a otras experiencias de voluntariado, pues entre sus planes está el viajar hasta la República Checa para continuar su voluntariado en unos campamentos internacionales.

Sergio, junto al resto de personas voluntarias, ha dado vida al grupo de trabajo. Juntos, han construido unos cimientos, motor principal para poder cambiar la sociedad, a través de los valores de compromiso, solidaridad y respeto.