Mirar al nuevo año con ojos de Esperanza

Amigos y compañeros, es para mí un privilegio escribir en este espacio, dirigido a los voluntarios y a los equipos de Cáritas Castilla –La Mancha.

Lo hago muy contento porque me da la oportunidad, una más, de agradeceros de todo corazón vuestro trabajo, vuestro compromiso , vuestro buen hacer en favor de los que menos tienen. De eso aprendo cada día y es uno de mis alicientes permanentes.

“Mirar al nuevo año con ojos de esperanza”,  Parece que este año 2020 nos ha puesto difícil “esto” de la esperanza…..

Todo lo contrario en una situación no fácil allá por el mes de marzo del pasado año, el primer motivo de esperanza fue nuestra capacidad de adaptación a la nueva situación. Tuvimos que reinventarnos en muchas Cáritas Diocesanas, en muchos servicios y recursos, coger fuerzas, vencer el miedo, la incertidumbre, unirnos como sabemos hacer y ponernos en marcha. Éramos conscientes de que había entonces y llegarían muchos más después, personas y familias que nos necesitaban cumpliendo todos las medidas sanitarias pero con ellos y dejándonos guiar una vez más por el Evangelio, que siempre nos da fuerza para estar donde nos necesitan con muchas dificultades, con algunas frustraciones…..pero en nuestro sitio y esa es la mejor garantía de cómo abordaremos este 2021.

Somos parte de una Confederación que ha canalizado miles de iniciativas del sector privado. Empresas, instituciones, particulares que creen en nosotros. Ese es otro gran motivo de esperanza, la credibilidad de la Cáritas de la que formamos parte todos.

Sé que en este 2021 tenemos muchos retos, también sé que unidos somos capaces de lo mejor, sé que nos queda mucho camino por delante, mucho trabajo, muchas personas que han perdido casi todo y solo nos tienen a nosotros… ellos son nuestro gran motivo de esperanza.

Dice el Papa Francisco que la esperanza es «como echar el ancla a la otra orilla» y pegarse a la cuerda: Si queremos ser hombres y mujeres de esperanza debemos ser pobres, pobres no apegados a nada, ser humildes y creer que la esperanza es artesanal que se cultiva cada día en nuestro corazón, si buscamos cada día siempre hay un motivo para sentirla”.

Amigos, nuestro ancla está formada por el Niño que nos acaba de nacer para todos y cada uno de nosotros, por nuestro compromiso con los más empobrecidos de la Tierra y con cada uno de nosotros, voluntarios de Cáritas que decidimos un día unir nuestro futuro con ellos.

Ese ancla, en cualquier circunstancia por encima de tempestades, temporales, pandemias y sufrimientos es fuerte y recia, como los tiempos que nos han tocado vivir.

Estaremos juntos y Dios nos dará fuerza y una muy buena dosis de esa esperanza que cultivaremos cada día.

2021 será el año que nosotros queramos que sea, en una parte importante, estoy seguro. Tenemos el mejor aliciente de la vida, nuestra fe y nuestro compromiso.

Espero daros muy pronto un abrazo grande de los de verdad….

Gracias, gracias por esta Confederación Cáritas que formamos que es esperanza para muchas personas.