Campañas19/06/2019

Celebrando la Caridad

En el marco de la celebración del Día de Caridad, fiesta del Corpus Christi, la directora de Cáritas Albacete nos lanza una invitación a renovar nuestra forma de vivir el compromiso.

Hoy celebramos un día grande en la Iglesia y un día grande para Cáritas. Es la festividad del Corpus Christi, Día de Caridad. En Cáritas Diocesana de Albacete llevamos celebrándola desde el día 10 de junio hasta el pasado martes, que clausurábamos la semana de la caridad, con una fiesta en el Parque de Abelardo Sánchez. Agradezco la participación y de un modo especial a todos los técnicos de Cáritas y a los que nos deleitaron con su magia, sus cantos, los cuentos .En fin a todos los que contribuyeron a que todo saliera bien y la gente disfrutara de una tarde con Cáritas. También en el resto de la diócesis las Cáritas Parroquiales e Interparroquiales se han movido mucho estos días, pero todo esto no es sino celebrar y agradecer el don, el regalo de pertenecer a esta institución de la Iglesia Católica y es ahí donde cobra sentido la celebración de hoy.

Celebrar el Corpus Christi es celebrar y agradecer la presencia real de Cristo en la Eucaristía, es celebrar y hacer presente la vida que Jesús entrega por amor a toda la humanidad. Y que se hace presente en el pan y en el vino cada vez que nos reunimos entorno a su mesa. No es casual que coincida su celebración con el Día de Caridad. La Iglesia, sabiamente, con ello nos está diciendo que el amor, la devoción y la participación en la Eucaristía, no pueden separarse del amor y la entrega a las personas. Creo que esta fiesta es un toque de atención a todos, seamos de Cáritas o no, sobre todo en estos momentos de creciente deshumanización e individualismo. Sólo basta echar un vistazo a las noticias que nos llegan cada día.

Cuando acompañemos a Cristo Eucaristía por las calles de Albacete, pensemos lo que esto significa. Él nos ha dicho ánimo, no tengáis miedo, yo estaré con vosotros hasta el final de los tiempos. La Eucaristía es fuerza y alimento para poder vivir como seguidores del maestro y es una llamada más potente cuanto más alejada está la sociedad de Dios, a ser signos creíbles del amor de Dios entre nosotros.

La Campaña de Cáritas para esta festividad nos hace una propuesta de vida. Como comunidad cristiana y como Cáritas es el momento de renovar nuestra forma de vivir el compromiso con las distintas realidades de nuestro mundo y mejorarlo.

Es un día para recordarnos que hemos de vivir desde la gratuidad y la donación, desde la hospitalidad y la acogida, desde la tolerancia y el respeto Valores y actitudes cada vez más en retroceso. Ante la pregunta ¿qué podemos hacer?, se nos lanzan varias pistas:

  • Dejar un espacio abierto al silencio, para escuchar los ecos de lo que pasa a nuestro alrededor, y para escuchar a Dios en nuestro interior.
  • Discernir eso que hemos escuchado en el silencio, y ponernos manos a la obra. Acometer nuevos proyectos de servicio, sin miedos, con confianza plena, sabiendo que si bien hemos de trabajar como si todo dependiese de nosotros estamos en las manos providentes de Dios.

La campaña nos propone también varias acciones:

Abre la puerta:  Hoy Jesús nos dice nuevamente “estoy a la puerta y llamo…” y nos lo dice en el grito de tantas personas sufrientes de nuestro entorno. 

No tengas miedo: En una sociedad donde cada vez hay más miedos y se hace más palpable la soledad y la indefensión de la persona. Es hora de confiar, de creer en el bien y la bondad y desde ahí relacionarnos con las personas.

Déjate tocar: No a la indiferencia, al individualismo y la insensibilidad que como un cáncer se va apoderando de nuestro mundo. Dejar que nos toque , nos afecte lo del otro, sus alegrías y sus penas, hacer que sean nuestras.

Ponte en marcha y camina en comunidad: Se trata de una llamada a salir de nuestro egoísmo, comodidad y llevar la Buena Noticia a una sociedad cada vez más individualizada y egocéntrica. Decirle que otro modo de vivir es posible y que además nos hace más humanos y más felices. Que volviendo a una vida más sencilla, menos consumista, donde lo primero sean las personas y sus relaciones. Nos impulsa a cuidar la fraternidad en la familia, el trabajo, las asociaciones, la parroquia….es decir en todo ámbito de convivencia.

Hoy Cristo deja el Sagrario y recorre nuestras calles, nos invita a anunciar con el testimonio de nuestra vida , que no estamos solos, que Él está y estará con nosotros hasta el fin de los tiempos. Nosotros hoy hemos de ser la presencia de Cristo, en medio de tanta soledad y abandono. Hemos de poder decir a la gente “ no tengas miedo, no estás solo…”, pero esto solo será creíble si de verdad estamos al lado, acompañando al que sufre.

Cáritas es lo que intenta desde el acompañamiento a las cerca de 10.000 personas a las que hemos acompañado a lo largo del pasado año.  Estas son cifras que indican mucho trabajo y acompañamiento de personas y situaciones de mucha dificultad y que por ello son un reto para nosotros.